Bodrum: 7º destino y meta

Aproximación a Bodrum

El viernes día 11 deberíamos llegar a Bodrum anteriormente Budrum, antes Petronium (por el castillo de San Pedro), del cual deriva la denominación actual, en la antigüedad Halicarnaso (griego: Αλικαρνασσός)

Al aproximarse a Bodrum no es fácil distinguir de lejos la bocana del puerto. La acumulación de casas blancas en las colinas que rodean el puerto se ven muy bien, pero la punta del espigón no se diferencia del entorno hasta que estás casi encima. Hay unos bajos, los Dikilitas, en el extremo oeste de la bahía. Casi siempre uno o dos cruceros están fondeados fuera del puerto en su muelle específico con 10 o más metros de calado, situado al este de la bahía. Las motoras, pero también las goletas suelen entrar y salir a excesiva velocidad del puerto. Un bosque de palos surge pòr encima de los muelles cuando nos vamos aproximando tanto en la marina Milta, la principal, como de otras más pequeñas situadas en la bahía.

Cuando uno entra por mar  en Bodrum, hay dos cosas que llaman la atención. La primera es el majestuoso castillo de San Pedro, una gigantesca silueta medieval que domina la ciudad. Desde el mar parece una roca gris amorfa recortándose sobre los blancos edificios. Pero al irse acercando las torres, almenas, y muros defensivos van cobrando forma, de manera que en el puerto uno está bajo la sombra de sus altos murallas. La segunda es el constante bullicioso trajinar y la increíble vitalidad de la ciudad. Hay yates y goletas fondeados y atracados por todas partes, llenando todos los huecos disponibles. El tráfico marítimo también es un continuo sale-entra. Los automóviles y motocicletas recorren incesantemente el litoral de un lado para otro esquivando a los peatones.  Bodrum ha sido denominado el «St Tropez de Turquía» y aunque la comparación no es muy acertada, es un reflejo de la sensación que produce ver a tanta gente afanada en divertirse.

Después del silencio de la noche cuajada de estrellas en Cnido (poca luna habrá durante toda la travesía, que comenzaremos con cuarto menguante y terminaremos mañana sábado a mediodía – esta noche en términos prácticos – con luna nueva), seguramente el bullicio de Bodrum nos aturdirá un poco. Pero en cuanto te haces al  ajetreo cosmopolita del enclave, hay pocos sitios tan variopintos y donde disfrutar la noche y el día. Aquí es fácil en unas pocas noches dejar el hígado y los oídos para el arrastre.

Hasta hace menos de tres lustros Bodrum era una villa pesquera remota a la que era más fácil llegar por mar que por tierra. Desde que se construyó la carretera nueva al aeropuerto de Milas se tarda media hora, pero antes se tardaba cuatro horas por la vieja carretera vía Mumcular.

Bodrum era considerado un lugar tan remoto que los escritores y artistas disidentes eran exiliados aquí. El más famoso de ello fue Cevat Şakir Kabaağaçlı, exiliado por su criticas a la República Turca fundada en 1923. Llegó a Bodrum en los años 30. Pronto se ganó el alias de «El Pescador de Halicarnaso«, un pescador de historias, cuyas narraciones sobre Bodrum y sus personajes locales se hicieron famosos en toda Turquía, aunque pocos hayan sido traducidos a otras lenguas. Otros siguieron los pasos del «pescador» y la ciudad pronto tuvo reputación de ser un poco bohemia. Como ya hemos relatado en este blog, Kabaağaçlı y otros artistas fueron, en los años 50 los que «inventaron» el término “Mavi Yolculuk” (Travesía Azul)  y en concreto es el título de un libro publicado por Azra Erhat en 1957.

En los setenta la gente de pasta y los estambulitas, estambuleñ@s o fanariotas y urbanitas de otras grandes ciudades de Turquía como Ankara o Esmirna (Izmir) que estaban «en la pomada» siguieron los pasos de los artistas y escritores y convirtieron la villa en un pequeño enclave turístico, que en los últimos años ha ido creciendo y creciendo y parece que sin perspectivas de parar de crecer por el momento.

Las construcciones se han ido desparramándose por las colinas cercanas y, aunque la ordenanza municipal que limita el número de plantas a 3 ha evitado el surgimiento de horribles bloques de apartamentos gigantes, el crecimiento exponencial ha cambiado su carácter de un pueblo grande a una ciudad mediana. Para darnos una idea de este crecimiento baste decir que el año pasado contaba con 118.237 habitantes frente a los 32.227 del censo del año 2000: ¡casi se multiplicó por cuatro en 9 años!. A lo que hay que añadir los turistas que pueden multiplicar por 4 o 5 la población local en temporada alta.

Bahía de Bodrum

Al entrar en la bahía de Bodrum, a babor, en una colina que la separa de la vecina Gumbët, se ven una serie de molinos. Son del siglo XVIII, es decir del Imperio Otomano tardío, han estado en funcionamiento hasta los años 70 del siglo pasado. Ahora quedan apenas dos o tres en condiciones de funcionar. Vista La Mancha nada que nos deje boquiabiertos, pero la excursión hasta ellos proporciona una bonita vista. No creo que tengamos tiempo.

Molinos en Bodrum

Bodrum aún retiene la personalidad de ciudad-mercado y hay «feria» los viernes, día tradicional de descanso musulmán (no oficial en Turquía, que se occidentalizó hasta en el hecho de que el festivo sea el domingo) y el momento en que se aprovecha el desplazamiento a la mezquita para ir de compras.   Ese día, los agricultores y los camiones de transporte bloquean las carreteras de acceso a la ciudad en su trajinar de mercancías para el mercado. El mercado está ahora situado en el campo deportivo cerca de la ciudad vieja y la nueva  área industrial.

Mercado de los Viernes

En él hay todo tipo de frutas y verduras frescas, naranjas y mandarinas, limones, pomelos, melocotones, nectarinas, sandías, dulces melones, ciruelas, manzanas y cerezas (según la época), apilados en vistosas pirámides. También se pueden encontrar tomates y más tomates, berenjenas y más berenjenas ¡que sería de la cocina turca sin las berenjenas!, patatas, pimientos verdes, guindillas, zanahorias, coliflores, lechugas, cebollas y cebolletas, ajetes tiernos y perejil y otras hierbas aromáticas mediterráneas en cantidades industriales, que no por casualidad Turquía se denomina el mercado verde de Europa.

Tampoco faltan los quesos caseros, las aceitunas verdes y negras, frutos y frutas secos, hierbas secas y especias, pollos y patos vivos, corderos y terneras y ocasionalmente algún camello, cazuelas, sartenes, ropas y alfombras se exponen en un totum revolutum bajo toldos de algodón en una escena que parece extraída de un bazar de las Mil y Una Noches. Una razón en si misma para visitar Bodrum, aunque no se si durará hasta el atardecer, cuando previsiblemente llegaremos. Según otra información también hay mercado los martes (de ropa) y el sábado. En cualquier caso no creo que salvo la vistosidad y el espectáculo del mercado tradicional nos perdamos mucho que comprar, que podremos encontrar en muchos sitios permanentes.  Aquí podeís ver algunas compras tópicas del lugar

Así son algunas personas del lugar y que pasan por aquí

¿Y con esto y un bizcocho …?: ¡no! aún nos queda bajar a tierra, pasear por la ciudad y visitar el castillo y el museo de arqueología marina, soñar con la antigua Halicarnaso, y digo soñar, porque ver o tocar poco, que no queda casi nada del antiguo esplendor y menos de el Mausoleo de Halicarnaso, una de las siete maravillas del mundo antiguo. Al castillo y a Halicarnaso le dedicaremos sendas entradas mañana o pasado.

Y haremos ¡las primera comida no incluida en el precio del crucero en siete días!, ya que hasta el sábado por la tarde no saldremos hacia Estambul en avión desde el aeropuerto de Milas-Bodrum.

En cuanto al tiempo, Las temperaturas mínimas y máximas en 2008 fueron:

Temperaturas medias Min./ Max.  en el  2008, en grados Cº
Ene Feb Mar Abr Mayo Junio Julio Ago Sep Oct Nov Dic
Min. 5 3 14 13 18 23 28 28 27 19 13 9
Max. 15 18 22 26 30 37 35 33 38 29 29 23

Más información del tiempo, hora de salida y puesta del sol, previsión a 9 días, viento, rachas … , aquí

Y ahora diapositivas de Bodrum

Y una interesante web de información sobre Bodrum

(griego: Αλικαρνασσός,

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